miércoles, 1 de noviembre de 2023

Poema XXVI

PRELUDIO







En la noche solitaria un violín llora un son agudo y profundo. Desgarrado y melancólico, el violín vierte un lamento profundo en el duelo silencioso de una noche revestida del misterio indescifrable y espantoso de un horror hondamente presentido. Su lamento se repite y reconforta corazones encogidos por la pena y el dolor. Los compases arrancados uno a uno por el arco infatigable traspasado de pesar, uno a uno se repiten en la noche silenciosa como un llanto melancólico y profundo, tan agudo y desgarrado que hasta el cielo entristecido se ha deshecho en una lluvia que es llorar.

Noche cerrada. De la nada surgido entre las sombras parece el lamento agudo, profundo y desgarrado que repite infatigable un violín.

Llueve, muy menudo,
sobre la tierra.

la Tierra.



1989? 1990?

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