sábado, 26 de diciembre de 2015

Inteligencia y sabiduría

No es lo mismo. A cualquiera se le alcanza. En ocasiones el sabio actúa de manera que muchos calificarían de «poco inteligente» y quien dispone de una extraordinaria inteligencia no siempre adopta las decisiones más sabias.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Poema LXXIX

EL MAGO







Como un mago extrayendo,
tal vez, del fondo
de su chistera
una blanca paloma
del público presente
ante la atónita
mirada. Así me siento.

Hay que ver el prodigio
y cuánto pueden
—incluso yo me admiro—
de un roce el espejismo
en el instante justo
y la ilusión
de dos palabras mágicas
sobre un atormentado,
menesteroso y tierno
corazón.



11 de noviembre de 2015

domingo, 4 de octubre de 2015

Poema XXXII







Cuando se muere uno ¿qué pasa?

Cuando uno muere
ya no respira
ya no se mueve
su carne
se pone fría

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Libertad del alma

Nuestro rey es el espíritu; mientras éste está a salvo, las demás facultades cumplen con su deber, obedecen, lo secundan; cuando flaquea un poco, también ellas vacilan.
(Séneca, Epístolas morales a Lucilio.)

Aun en las peores circunstancias el alma es libre para amar. El espíritu no admite mayor sujeción que la que nosotros mismos, de manera consciente o inconsciente, le impongamos.

domingo, 2 de agosto de 2015

Amor y razón

La irracionalidad preside con demasiada frecuencia los actos de los amantes. Amamos a pesar de o teniendo perfecta conciencia de que no deberíamos o que no nos conviene.

lunes, 6 de julio de 2015

Poema I

ENTRE PENA Y PENA







La sonrisa tierna en su cara helada,
el cuerpo reposando sobre el lecho,
el corazón retumbando en el pecho
y la mente a una imagen consagrada.

Un absurdo le enturbia la mirada,
que permanece firme sobre el techo;
es una turbación que, sin derecho,
se acomoda en sus ojos despistada.

De puro tímida escapar no quiere,
y al estar hecha a la melancolía
no logra entender que el placer no hiere,

que el amor también consta de alegría.
Suicida por vocación, salta y muere,
tras banal pestañeo, parca y fría.



¿Primavera de 1986?

miércoles, 1 de abril de 2015

Poema LXXVIII

ESTAR TUMBADOS







La íntima confesión que tú me has hecho:

estar tumbados
en este confortable
lecho —que procuramos
ambos; que espontáneamente
calentamos, siquiera
sin tocarnos, cuánto más con el roce
y la ternura de los cuerpos— es
delirio y placer, sensación
dulce y amable
que te acompaña siempre.

En el trabajo incluso, dices,
estando a solas —y no importa
con cuánta gente alrededor—
revives estos
momentos,
la calidez de estar
juntos, sintiéndonos
uno al otro en la placidez
del lecho blando y espacioso.
Impresiones e imágenes
como de ensueño,
flotando en la memoria,
te deleitan, entonces,
y te confortan.

Fiel intérprete de lo que yo mismo
siento, escribo estos versos
por amor, porque ambos sabemos
—si es cierto que todo se acaba—
que en medio del dolor
inmenso de la vida,
por más que el sufrimiento y la injusticia
estén ahí y nos angustie
el umbral último y nos atormente
comprender, entre tú y yo, al menos, hubo
algo que tuvo sentido, que hizo
que verdaderamente
sintiéramos que estar aquí
valió la pena.

Porque existe el amor
—ya lo sabemos ambos—,
aunque estés lejos, te sientes muy próxima;
porque lejos y cerca
—esto es ley que el amor sanciona—
no es la distancia
material entre dos
seres humanos, sino la distancia
a que se encuentran
cuando en un mismo lugar duermen
y están tumbados.



5-30 de Marzo de 2015

lunes, 16 de febrero de 2015

Poema VII

ENSOÑACIÓN







Abandonarnos una noche a solas
en un lugar blando, apacible y quieto;
y enlazarnos despacio:
poner mi mejilla sobre tu pecho
—mientras, tú me acaricias en la nuca
enredando los dedos—,
y mirar en lo obscuro fijamente
con los ojos muy llenos.
¡No de lágrimas!, no...
Llenos de un brillo templado y sereno,
a orillas de lo tierno y de lo dulce,
en el mar de lo inmenso y de lo eterno.

Y que pasen así largas las horas:
los dos muy juntos, muy nuestros, muy quietos;
escuchando atentos y sin palabras
la melodía que llevamos dentro;
esperando que llegue el nuevo albor
y bañe nuestros cuerpos.



Julio de 1987

lunes, 2 de febrero de 2015

Porque no cansa ni empalaga

A Mónica, en un día muy especial.

Afirmo que el amor nos hace más libres, y no me cabe la menor duda. Con ello no quiero decir que el amor carezca de ataduras o que nos inmunice contra toda servidumbre permitiéndonos disfrutar de la libertad más absoluta.