viernes, 27 de septiembre de 2019

Poema LVII

... y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
(Antonio Machado, Retrato)





Por tu gran crueldad
quemé los puentes y hundí
todas las naves
haciendo voto de jamás volver,
consciente de que nunca
vendrías a buscarme.

Lucía en la tarde un azul
asombrosamente limpio y luminoso,
y, al dejarte, sentí el oleaje
en la superficie del mar de mi alma
cesar, como en el océano cuando,
pasado el temporal, la calma se hace.





Enero - Febrero de 2002

martes, 15 de enero de 2019

Poema II

¿POR QUÉ NO SUENA YA...?







—¿Por qué no suena ya
en casa del poeta
la flauta? ¡Era tan dulce,
conmovedora e intensa
su sencilla melodía...!

—Ha muerto, ha muerto el poeta.

—¡Que ha muerto!... ¿De qué ha muerto?

—No sé, no hay quien lo sepa.

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Me siento atribulado...

Dime, ¿cuándo lo entierran?
Anhelo ver su tumba
y echar sobre la tierra
unas pocas de lágrimas
y las flores más bellas...
¡Dime si vendrá pronto
la hora amarga y funesta!
¿Cuándo lo enterrarán?

—No sé, no hay quien lo sepa.



Sin fecha.