Y ES QUE TENGO UNA CORAZA...
Y es que tengo una coraza
que se nutre del dolor,
dolor que clava y que maza
para aumentar su grosor.
Grosor que aumenta y aumenta,
encallece y cicatriza,
donde nada se desliza
sin que por dentro lo sienta.
Por eso la capa dura
se refuerza y regenera,
por eso crece y madura
de un nuevo daño a la espera.
Por eso la capa fuerte
se resiste a ser quebrada:
porque no llegue la muerte
a rozar su resguardada...
Resguardada y protegida
como la sagrada llama,
que se mantiene con vida,
que protegida se inflama,
que si un mal viento la toca
cuando no está bien cubierta
a muerte cierta se aboca,
y si insiste, queda muerta.
Junio de 1987
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