Si las estaciones se suceden,
al oscuro sufrimiento y frío
le sigue brillante un despertar,
gozo y percepción de los sentidos,
madurar alegre en ese estado
donde mirar
es siempre agradecido.
Ilusión que es un bien tan real
como fruto jugoso y maduro,
de la fuente el fluir permanente
o del Sol surgimiento oportuno;
plenitud que sacia sin empacho,
inmarcesible
riqueza, caudal siempre seguro.
Crece el gusto opreso en la belleza,
y esta en cárcel transitoria vive.
Poder servirla
es ansia que libera.
6 de Noviembre de 1996
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